Bodas de plata. Madrina de boda.
No lo pensé así, pero coincidió, voy a celebrar mis bodas de plata, 25 años de casada y, casualidades de la vida, ese mismo día voy a ser madrina de boda de mi hijo. Bodas de plata y madrina de boda en la misma fecha.
Es una doble felicidad y puesto que coinciden en el día, decidí con mi familia adelantar la celebración de las bodas de plata al día anterior de la boda. En principio, puesto que la celebración de mi aniversario de boda es familiar, pensaba llevar el mismo vestido a las dos celebraciones pero, mi hijo, o más bien su novia, mi futura nuera, quieren que estrene el día de su boda.
Así lo haré, dos estrenos en dos días. Para mis bodas de plata un elegante y exclusivo vestido de fiesta, me reservo el color para dar una sorpresa, y, para ir de madrina de boda a la boda de mi hijo, un elegante vestido de diseño, confeccionado a medida, exclusivo y para dar un aire más festivo con una pamela exclusiva con aplicaciones de la misma tela que el vestido.
Madrina de boda con pamela.
Tenía dudas de si llevar tocado o pamela, pero quiero dar un aire festivo, de celebración y alegría a la boda de mi hijo, el único hijo que acompañaré al altar, pues es boda religiosa y digo el único hijo que acompañaré porque es el único que tengo.
Boda de mañana con aperitivo y comida en un restaurante de A Capela, un pueblo cercano a Fene y Ferrol que es conocido por los restaurantes que tiene especializados en celebraciones.
Espero un día esplendoroso de sol y poder aprovechar la pamela, me decía mi futura nuera que no es muy usual una madrina de boda con pamela, pero como ellos han planificado las fotos en el Parque do Río Freixeiro, en Narón, la pamela, una pamela exclusiva y de diseño, me vendrá muy bien.
Además, quiero una foto, se lo he dicho ya, con camelias floreadas de fondo para que la pamela resalte y se vea delicada con las flores de fondo y el verdor. Me hace ilusión, bodas de plata y madrina de boda con pamela al día siguiente. Gracias, Dios, gracias por hacer coincidir todo tan bien o, pienso a veces, tengo un hijo maravilloso.
