La costura a medida tiene su origen en las modistas y las llamadas costureras que antaño había en casi todos los pueblos de la geografía nacional.
Las llamadas costureras eran un sustento para la economía familiar. Cortaban prendas, hacían arreglos, zurcían….todo lo que supusiera aguja y dedal y posteriormente máquina de coser se les encargaba.
En pueblos y ciudades ya ejercían las modistas que ya se dedicaban más al corte y confección de vestidos, prendas de abrigo, chaquetas….ropa de calle fundamentalmente y, en verano y fin de año ropa de vestir y ropa para bodas, incluidos vestidos de novias.
Creatividad, diseño, arte y esmero se aúnan en la costura a medida para realizar creaciones fundamentalmente para mujer.
Costura de diseño.
Pero la costura a medida de ser una profesión muy arraigada, siguió su desarrollo y dio lugar a talleres de costura en los que trabajaban las mejores modistas y donde el diseño, la creación y el arte tenían como resultado prendas únicas, elegantes, exclusivas, de diseño y al gusto de cada clienta.
Es el nacimiento de lo que se llamó alta costura, costura a medida, al fin y al cabo pero ya dirigido a personas, mujeres casi exclusivamente, que demandaban prendas a medida, únicas y a su gusto y medida.
Eran tiempos de bonanza económica, cuidado en las formas, esmero en el vestir, especialmente para bodas con vestidos de novia y madrinas, graduaciones, ceremonias y actos sociales.
Hoy en día la costura a medida pervive pero no ya para el vestir del día a día, salvo personas que necesitan tallas especiales o demandan prendas de tejidos nobles o porque quieren vestir exclusivo. El refugio de la costura de diseño está en los talleres de costura donde además de poder elegir el tejido, tejidos de alta calidad, las clientas pueden elegir diseño, complementos a juego o coordinados o donde encargar bordados, apliques de pedrería o tocados que complementen el vestir exclusivo que es lo que ofrece la costura a medida, costura de diseño al fin y al cabo.