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Los vestidos para boda civil, no tienen por qué ser muy distintos a los vestidos para boda religiosa; excepción es la novia que suele vestir un vestido para boda especial pero escapando del clásico vestido de novia, inclinándose por un vestido corto de novia o bien vestido largo, en tonos suaves. 

Y es que la boda civil está ganando terreno a la boda de iglesia y, de hecho, según estudios, ya las bodas de juzgado, llamadas antes, ahora más bien boda civil, están superando a la ceremonia en la iglesia.

¿Causas? bueno, la causa fundamenta, lógicamente es la decisión de novios y novias y es algo muy personal que ellos deciden y madrina de boda e invitados tienen que asumir.

Aspectos de la boda civil.

La boda civil tiene ciertos aspectos que dan más flexibilidad a la ceremonia, pues no deja de ser ceremonia, bien en juzgado, ayuntamiento, finca privada, pazo, pousada.....Y es que ya el lugar de celebración la hace distinta por cuanto ofrece más posibilidades: campo, playa, finca de una pousada, hotel....

Aparte de más posibilidades en el lugar de celebración, la ceremonia no es tan estricta como la ceremonia religiosa en la cual los novios e invitados miran de frente al altar, al celebrante; sin embargo en la boda civil los novios se pueden situar frente a los invitados, mirándolos y permitiendo ser mirados.

Los vestidos de boda permiten también más juego pues si la novia va de vestido corto de novia, la madrina, los invitados, tienen licencia, por decirlo así, para vestir de corto o largo, como entiendan. Además los vestidos de boda de la hermana del novio y la hermana de la novia, serán de vestir, de etiqueta, pero con una mayor libertad.

También las lecturas en una boda civil tendrán una mayor libertad a la hora de ser elegidas, no teniéndose que ceñir precisamente a lecturas religiosas y lo mismo podemos indicar de los cánticos, que los hay en muchas bodas civiles.

Así pues la boda civil permite un mayor juego en vestidos de boda, situación de los novios, lecturas, cánticos y lugar de celebración, algo que muchos novios valoran y por ello se decantan por la boda civil, sin entrar a valorar el que alguno de los contrayentes no pueda celebrar la boda en la iglesia.

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Un vestido de novia económico es importante y más cuando se va comenzar una nueva vida en común que, como sabemos, no es fácil y menos hoy en día.

Vemos que hay un consumo más racional, una vuelta a lo de antaño, en la alimentación y en el vestir fundamentalmente y en novias, la novia busca un vestido de novia económico.

Prima el ahorro, la economía pero la novia de hoy en día no renuncia a que esa economía vaya de la mano de la elegancia, de la exclusividad y el buen gusto. Es su día, uno de los más importantes de su vida y está en su derecho.

Y es que un vestido de novia económico no es cuestión de escatimar en el gasto, sino acertar en el gusto, el diseño, el estilo y de eso sabe mucho una modista de novias estilista. Es otra opción que la novia debe valorar.

 

Tienda de novias y modista de novias.

 

La novia debe planificar y administrar el presupuesto y barajar todas las opciones con el objetivo de vestir elegante, exclusiva de diseño y con una economía adecuada.

El buscar en tiendas de novia, en distintas ciudades, si eres de una ciudad no dejes de visitar los pueblos de alrededor, el consultar con tiendas que dispongan de taller y modista de novias.

Modistas de novias y tiendas de novia y talleres hay muchos en Galicia y concretamente en A Coruña, Betanzos, Ferrol, Carballo, Narón....En ellos encontrarás vestidos de madrina y vestidos de novia económicos.

Consulta con las amigas, tus amigas, novia las opciones que barajaron para elegir su vestido de novia económico y, como tú quieres, elegante. Ellas te aconsejarán.

Las novias más atrevidas, se deciden por una tienda y si ven profesionalidad y el vestido les convence, ya se deciden. Están en su derecho, es su día y un vestido de novia no se compra todos los días.

Pero lo fundamental es que la novia sea ella misma, su criterio, con el consejo de la familia y amigas pero, la decisión final le corresponde a ella: su gusto, su estilo...su sueño.

 

 

 

 

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Las modistas, modista de novias que quedan ahora tienen como patrona a Santa Lucía. Santa Lucía es, además patrona de sastres, tienen su derecho a estar equiparados e invidentes o ciegos.

Las modistas en sus largas jornadas de trabajo solían compaginar su trabajo en casa con esta tarea de costura a medida. Eran muy pocas las mujeres que trabajaban fuera de casa, ya fuera de modistas u otro trabajo femenino, que así se conceptuaban entonces, como trabajo femenino.

Mi abuela cosía para novias de  Betanzos y novias de Coruña que se desplazaban a su casa y me contó la historia.

El 13 de diciembre, las modistas, tenían el día libre, salían, paseaban y bailaban. Era su día, el día de las modistas o, como las llamaban entonces, de las modistillas, pues eran jóvenes la mayoría.

Lucía que fue santificada y era una chica que repartió la fortuna que tenía entre gente necesitada porque imploró la curación de una enfermedad que tenía su madre, curación que se produjo.

Lucía cogió novio pero resultó que era pagano y se negó a casarse con él por ese motivo, perseveró en la fe como perseveran las modistas en su trabajo.

Fue condenada a morir quemada, eran tiempos de los romanos y se negó a moverse mientras no le fue administrada la comunión. Murió y fueron muchas clientas para las que había cosido, novias, sobretodo a su entierro.

Hoy, las modistas han cambiado y aquella modista de antaño que trabajaba en su casa durante horas, ha desaparecido y perduran los talleres de costura.

Costura a medida, normalmente, habiendo quedado el reducido el trabajo de las mismas a modista de novias, pues el vestir diario no se encarga ya a una modista.

En Galicia y todos sus pueblos, A Coruña, Betanzos, Carballo, Ferrol, Narón y muchos otros proliferaban las modistas, tanto es así que fuera de la labor de ayudar en la casa familiar, modista era de los pocos oficios femeninos de entonces.

Como decíamos modista de novias es el reducto laboral que queda a las modistas en Galicia en forma de pequeños talleres.

 

 

 

 

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