La boda en otoño, hasta hace muy poco, no eran habituales, pero las costumbres cambian y, cada vez más novios se plantean la boda en invierno, como en otoño o en primavera y verano.
Razones de agenda, económicas, familiares, han favorecido este cambio. Cualquier día es bueno si hay amor, podríamos decir y es que una ceremonia, tanto si es civil o religiosa puede ser lucida en invierno.
Respecto al vestido de novia, hoy en día tanto por diseñadores, como por tiendas de novia y talleres de costura, hoy en día ofrecen soluciones en cualquier época del año. Y es que un vestido de novia, de estilo, vintage, boho, clásico o un vestido de novia a medida, exclusivo y de diseño, no debe ser problema en invierno, como no lo es en otoño o primavera y verano. Y económicamente la boda en invierno puede salir bastante más económica que una boda en verano, especialmente en lo relativo al restaurante y hotel, en cuanto a viaje de novios.
Boda en otoño.
Además, una boda en invierno, planteada hacia octubre, noviembre o diciembre tiene una mayor unión familiar y las fiestas navideñas tienen un aliciente más, en el plan familiar, de unión y convivencia con las familias, tanto la familia de la novia como la familia del novio.
En viajes, unos días en la nieve o una escapada a zonas de playa son un aliciente más, sin olvidarse de las compras, regalos para la familia y otros alicientes como un viaje de novios a la lumbre del fuego en una casa rural, en un spa de un balneario u hotel, unas jornadas en la nieve o unos días de playa o una combinación de ambos.
Boda en invierno? bienvenida, lo mismo que en primavera o verano. Al fin y al cabo, se trata de buscar la felicidad, disfrutar en pareja y disfrutar de la familia.